Ayer fue un día fantástico, hicimos un montón de cosas Rio y yo, lo mejor de todo es que todo fue totalmente natural y espontaneo, realmente no habíamos planeado absolutamente nada y todo salio perfecto.
Porque sera que es así siempre, lo menos planeado es lo más hermoso! (:
después de un par de exámenes decidimos ir a ver la película de El Lorax pero no la encontramos en la cartelera así que decidimos deambular por el centro en busca de un bonito restaurante vegetariano que vimos un día que íbamos caminando, pero no recordábamos bien donde era, así que todo esto es lo que pasó mientras lo buscábamos:
Hola soy Rio, por motivos de relajación Claudia no estará redactando esta última parte del post de hoy.Nada salió como era planeado en un principio, y eso es lo mejor de todo, primero queriendo ir al cine terminamos en el centro de Guadalajara, observamos la arquitectura de la calle Pedro Loza, con sus ventanales y balcones que hacían que deseáramos estar allí. En esa misma calle buscamos un café pero lo estaban limpiando, caminando por otra calle la de Santa Monica nos encontramos con un café muy bonito, de toque antiguo, con una caja registradora vieja, el lugar parecía no querer modernizarse, eso lo hacía muy padre donde el dueño llenaba sacos con mezclas de diferentes cafés, ordenamos yo un café chorreado y Clau, uno negro y para variar terminamos cambiando. Encontramos en la plaza Guadalajara, unos puestesitos de plantas de todo tipo, medicinales, cactus, flores, maravillados por nuestra afición a las plantas, Clau no se pudo resistir y compró unas flores de color naranja, lo curioso es las flores se llaman guadalajaras, estabámos en la ciudad de Guadalajara, en la plaza Guadalajara comprando unas guadalajaras, queriendo llegar al restaurante vegetariano pasamos por una tienda de relojes, con muchos y de diferentes tipos, pero si ven con atención no encontrarán ninguno digital, lo antiguo se opuso a lo nuevo ese día, llegamos al esperado restaurante vegetariano y estaba cerrado! jeje muy hambrientos terminamos en el Rincón de los Placeres, un restaurante pequeño de pizzas caseras, muy ricas, así cerramos el día, cenando unas ricas pizzas y una cerveza para después seguir caminando hacía nuestras casas, lo que pudo parecer mala suerte solo nos cambio los esquemas y los mejoró. Al lado de la preciosa mujer que redacta este blog nada parece que pueda salir mal (: Me retiro deseándoles felices momentos!
Disfrutar de las cosas sencillas y bonitas de la vida como éstas es lo que hace que merezca la pena :)
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